domingo, 6 de junio de 2010

DEUDA CON EL PUEBLO JUCHITECO, AÚN NO PAGADA

Apenas iniciada las campañas electorales en Oaxaca, en Juchitán ya se tiene el partido ganador, todos lo saben, el PRI ya ganó, y la COCEI no encuentra la forma de revertir esto. El PRI ganó esta contienda durante la elección interna del PRD, cuando ayudaron a Lenin López Nelio a quedarse con la candidatura del PRD (léase, candidatura del bloque funesto PAN, PRD, PT y convergencia) para la presidencia municipal de Juchitán. Los priistas adinerados de Juchitán están seguros de que Lenin es el candidato más débil que puedan enfrentar. Por eso, ellos junto con Ulises Ruiz, gastaron una carretada de dinero para comprar votos a favor de Lenin. Este es el PRI moderno, este es el PRI renovado, el que pone candidato débil en otro partido para poderlo derrotar.

Este mismo papel lo tuvo Lenin en las elecciones del 7 de octubre de 2007, cuando fue ayudado por Ulises Ruíz para ser el candidato del PRD, dividiendo la alianza que apoyaba a Humberto López Lena a la presidencia municipal de la capital oaxaqueña, por eso López Lena perdió, quedando en segundo lugar con solamente el apoyo del partido Convergencia. Lenin esa vez quedo en cuarto lugar, incluso por debajo del candidato del PAN, que en Oaxaca no pinta. Ahora Lenin se ha trasladado a Juchitán para cumplir con esta misma misión.

Muchos se preguntan, quién es Lenin. La mayoría de los juchitecos no lo conocen, aún cuando su padre, Daniel López Nelio fue uno de los fundadores de la COCEI. Esta debilidad de Lenin es lo que asegura la victoria del PRI, porque si los dirigentes de la COCEI se unen, echarán a perder la fiesta anunciada para celebrar el triunfo de Daniel Gurrión. En contraste, Daniel Gurrión es muy conocido en Oaxaca, ya que es miembro de una familia muy poderosa económicamente de la región del Istmo de Tehuantepec. Este poder lo adquirieron durante la gestión de José Murat, y afianzado con Ulises Ruíz. Por otro lado se sabe, ya que el mismo Daniel Gurrión lo pregona, es una persona muy allegada a Ulises Ruíz, a Porfirio Montero (cacique juchiteco), a Jorge Toledo (ahora coordinador de campaña de Eviel Pérez Magaña, candidato de Ulises ruíz a la gubernatura de Oaxaca), del propio Eviel, y en su momento de José Murat y de muchos hombres de negocio de Juchitán. Este es el grupo que Gurrión representa.

Por eso, ahora los juchitecos están indefensos, incluso hasta los buenos ciudadanos se han derrotado. El candidato del PRI a la presidencia municipal tiene la consigna de convertir a Juchitán en un laboratorio, de cómo el PRI pueda recuperar las plazas perdidas, incluyendo la presidencia de la república.

Ya es tiempo de que los jóvenes y los profesionistas nos preparemos para ayudar al pueblo de Juchitán a recuperar su dignidad, ya es tiempo de decir basta al desorden, pero este grito y coraje debe ser a través de una nueva organización de hombres libres y de buenas costumbres, no de un partido político que durante décadas ha mantenido al pueblo oaxaqueño en el abandono total. YA ES TIEMPO DE DEFINIR, YA ES TIEMPO DE ACTUAR, YA ES TIEMPO DE PAGARLE AL PUEBLO.

Atentamente,
Jorge Bichooshe

martes, 1 de junio de 2010

FIEBRE FUTBOLERA

Ahora que estamos con la fiebre del futbol, quiero hacerles una confesión, siempre he sido Pumas de corazón, nunca me ha entrado la tentación siquiera de mirar hacia otro equipo. Esta afición lo adquirí desde los doce años de edad, cuando empecé en el fut. Antes jugaba beisbol, cuando el beis era el deporte de los juchitecos. Me acuerdo bien, entrenaba con el médico del pueblo, iba bien, me gustaba mucho el beisbol, pero tenía que ir con la corriente, conseguí un par de tacos y jugué futbol. Gocé de gran fortuna, estuve en un equipo triunfador –Atléticos Campesinos-, aunque participé en algunos partidos con otros equipos, nunca cambie de camiseta.

En esa época, se generaban cambios en Juchitán, regresaron unos jóvenes que fueron a estudiar a la Ciudad de México y a otros partes del país, a organizar al pueblo para pelear y combatir por una mejor condición de vida. Poco a poco se fueron estableciendo, hasta que en 1981, bajo las siglas de la COCEI –Coalición Obrera, Campesina y Estudiantil del Istmo- ganaron las elecciones para ocupar la presidencia municipal, lo que situó a Juchitán como uno de los primeros municipios en México en ser gobernado por un partido de oposición. Yo veía entonces esta lucha, como una buena oportunidad para que el pueblo juchiteco progresara, ya que durante años Juchitán estuvo bajo el yugo PRIista, que ahora, a los 30 años, amenaza con regresar, o más bien tiene toda la posibilidad de recuperar la plaza perdida.

Esto sucede, porque la lucha emprendida en 1975 por aquellos jóvenes se ha desgastado, ya sea porque no pudieron con el poder o simplemente no han sabido controlar a sus herederos políticos; algunos se han corrompidos y otros se han unido a sus adversarios para llegar al poder. Aún con la descomposición que hay en la izquierda de Juchitán, quiero hacerles otra confesión, yo siempre he sido de pensamiento izquierdista, digo de pensamiento porque físicamente nunca he pertenecido algún partido político. Y, tengo la esperanza, como en la tecnología, en el futuro inmediato gozar de una nueva versión de lucha para el pueblo juchiteco, así como ahora lo está logrando el PRI.

Jorge Bichooshe